Pensamiento del Sábado 14 de septiembre de 2019.
"Con sus pensamientos, sus sentimientos, su ideal, el discípulo de la Ciencia iniciática busca lograr transformaciones hasta el corazón mismo de sus células. Sabe que los miles de millones de células que constituyen su cuerpo físico, son las moradas de pequeñas almas, y a cada una de ellas está confiada una actividad determinada. Porque una célula no es una simple partícula de materia ocupando un lugar cualquiera en el organismo. Cada célula se conduce como una obrera consciente del trabajo que debe realizar en la parte del cuerpo en que se encuentra, y es de su trabajo que depende el buen funcionamiento del conjunto.
Es difícil explicar el vínculo que une al ser humano con todas las almas que habitan su organismo. Pero ese vínculo existe, y se vuelve incluso muy fuerte desde que toma conciencia de que, con la vida que lleva, y con el trabajo del pensamiento, puede entrar en contacto con sus células para regenerarlas. Esforzándose en dominar, purificar y enriquecer su vida psíquica, actúa no solo sobre las partículas materiales de su cuerpo, sino que también alcanza su memoria; entonces, todas sus malas inclinaciones y sus malos hábitos dejan poco a poco lugar a nuevos y mejores comportamientos."
Fuente:
http://www.prosveta.com
14 setiembre 2019