"La cultura y la civilización no son más que un trabajo sobre la materia. Los humanos tendrán siempre algo que hacer con ella, sobre ella, pero ese trabajo de creación no debe limitarse a la materia física, exterior a ellos. Sus instintos, sus deseos, sus sentimientos, sus pensamientos son también una materia que tienen que trabajar, por vocación, para volverla más pura, más noble.
El trabajo espiritual es pues también un trabajo sobre la materia. Cuando los humanos aprendan a servirse de todos los poderes del espíritu para actuar sobre la materia que está en ellos, todo lo que después realicen en el exterior estará marcado con el sello del espíritu, de su luz, de su amor, de su fuerza."
Fuente:
http://www.prosveta.com
10 setiembre 2019