Pensamiento del martes 24 de septiembre de 2019.
"Tenemos en nosotros todo un pueblo del que somos responsables: nuestras células. Podemos protegerlas, pero con la condición de darles aire puro para respirar y una alimentación y bebida sanas. Sino, después de haber intentado resistir, se debilitan, y ya no son capaces de enfrentarse a los ataques exteriores: todas las formas de contaminación y de epidemias que les amenazan. Para darles ese alimento y ese aire puro, debemos también trabajar sobre nuestros pensamientos y nuestros sentimientos, porque nuestras células son igualmente sensibles a la atmósfera psíquica que creamos.
He aquí la verdadera ciencia, la ciencia de la vida. Diréis que es una ciencia extraña. Quizá, pero cuando lleguemos a encontrar los aparatos capaces de estudiar la vida interior del hombre, descubriremos que no hay nada tan preciso como la ciencia de la vida interior, la ciencia del pensamiento y del sentimiento, y de sus efectos sobre nuestra salud física y psíquica."
Fuente:
http://www.prosveta.com
24 setiembre 2019