Pensamiento del Sábado 16 de febrero de 2019.
"Desde hace siglos, las Iglesias enseñan a los cristianos que el pecado original cometido por Adán y Eva ha marcado al ser humano con una mancha que se transmite de generación en generación y que nada podrá lavar: está concebido en el pecado, nace en el pecado, imposible escapar a esta fatalidad. Pues bien, es subrayando y propagando tales teorías como las iglesias impiden a la humanidad enderezarse; disminuyen su esperanza y su deseo de salir de sus debilidades y de sus limitaciones.
En realidad, solamente podemos decir que un ser humano nace en el pecado en la medida que, debido a su comportamiento, a sus pensamientos y sus sentimientos que no son ni luminosos, ni puros, sus padres y todos los que le han precedido le transmiten una herencia defectuosa. Pero que después de Adán y Eva el pecado original deba obligatoriamente transmitirse de generación en generación, no. A aquél que reencuentra la luz y se esfuerza por vivir en esa luz, ¿qué le importa el pecado de Adán y Eva? ""Desde hace siglos, las Iglesias enseñan a los cristianos que el pecado original cometido por Adán y Eva ha marcado al ser humano con una mancha que se transmite de generación en generación y que nada podrá lavar: está concebido en el pecado, nace en el pecado, imposible escapar a esta fatalidad. Pues bien, es subrayando y propagando tales teorías como las iglesias impiden a la humanidad enderezarse; disminuyen su esperanza y su deseo de salir de sus debilidades y de sus limitaciones.
Fuente:
http://www.prosveta.com
16 de Febrero 2019