Pensamiento del Sábado 2 de febrero de 2019.
"Los humanos tienen por naturaleza tendencia natural a hacer clasificaciones; sea para la inteligencia, el talento, la fuerza, la dirección, la belleza, la riqueza, etc. Por todas partes, siempre hay un primero y un último. Pero estas clasificaciones son muy relativas. Cuando consideramos un número limitado de individuos, podemos decir que aquél es el primero y ese otro el último; pero cuando consideramos la vida como una cadena infinita e ininterrumpida, ¿dónde encontraremos el primero y el último?…
Del mismo modo, si comparamos la existencia a una rueda que gira, aquél que es el primero se convierte en el último y viceversa."Los humanos tienen por naturaleza tendencia natural a hacer clasificaciones; sea para la inteligencia, el talento, la fuerza, la dirección, la belleza, la riqueza, etc. Por todas partes, siempre hay un primero y un último. Pero estas clasificaciones son muy relativas. Cuando consideramos un número limitado de individuos, podemos decir que aquél es el primero y ese otro el último; pero cuando consideramos la vida como una cadena infinita e ininterrumpida, ¿dónde encontraremos el primero y el último?…
Y en una familia, ¿quién es el primero, el padre, la madre o el hijo? Por edad, el hijo es el último, pero por importancia, es el primero, porque su padre y su madre concentran toda su atención sobre él. O, más aún, algunos que son los primeros allá donde hace falta mostrarse sabio, inteligente o instruido, son los últimos para la resistencia física, y viceversa. Así va el mundo: los que son los primeros en un campo, son los últimos en otro. Cada uno puede pues alegrarse diciéndose que es el primero en alguna parte."
Fuente:
http://www.prosveta.com
02 de Febrero 2019