Pensamiento del domingo 11 de diciembre de 2016.
"Porque les han decepcionado y les han hecho daño ¡cuántas personas deciden cerrar definitivamente su corazón a los demás! Pues bien, ¡he aquí la peor decisión que se puede tomar! A pesar de vuestro sufrimiento, no dejéis nunca de amar. Porque el amor en vosotros es una fuente, y si impedís que brote, seréis vosotros los primeros en consumiros. Ciertamente, nadie podrá entonces abusar más de vosotros, ni decepcionaros, pero el agua de vuestra fuente espiritual ya no fluirá y perderéis la vida. Sí, porque cuando dejáis secar vuestra fuente, el mundo divino se cierra para vosotros y os volvéis pobres y vacíos.
Desde un punto de vista educativo, a veces es útil cerrarse durante un tiempo con alguien, para darle una lección que necesita, pero es muy perjudicial cerrarse a todos los humanos en general. Que la gente lo merezca o no, dejad fluir en vosotros la fuente del amor. Diréis que si no se merecen que se les ame, es justo que no les amemos. No os preocupéis tanto de lo que es justo o injusto: practicad esta magnífica injusticia del amor si no, ¡os convertiréis en un desierto!"
"Porque les han decepcionado y les han hecho daño ¡cuántas personas deciden cerrar definitivamente su corazón a los demás! Pues bien, ¡he aquí la peor decisión que se puede tomar! A pesar de vuestro sufrimiento, no dejéis nunca de amar. Porque el amor en vosotros es una fuente, y si impedís que brote, seréis vosotros los primeros en consumiros. Ciertamente, nadie podrá entonces abusar más de vosotros, ni decepcionaros, pero el agua de vuestra fuente espiritual ya no fluirá y perderéis la vida. Sí, porque cuando dejáis secar vuestra fuente, el mundo divino se cierra para vosotros y os volvéis pobres y vacíos.
Desde un punto de vista educativo, a veces es útil cerrarse durante un tiempo con alguien, para darle una lección que necesita, pero es muy perjudicial cerrarse a todos los humanos en general. Que la gente lo merezca o no, dejad fluir en vosotros la fuente del amor. Diréis que si no se merecen que se les ame, es justo que no les amemos. No os preocupéis tanto de lo que es justo o injusto: practicad esta magnífica injusticia del amor si no, ¡os convertiréis en un desierto!"