Pensamiento del miércoles 14 de diciembre de 2016.
"De una manera o de otra, las verdades de la Ciencia iniciática se encuentran a menudo bajo forma de reglas o de costumbres instauradas por seres humanos. No conocen su origen, pero lo respetan, al menos en ciertas circunstancias y por un cierto tiempo. El derecho de asilo es un ejemplo de ello.
En la Antigüedad, si un culpable que era perseguido lograba penetrar en el santuario de una divinidad, estaba bajo su protección, nadie tenía derecho de apresarle. Esta costumbre todavía existía en la Edad Media. Entonces, eran las iglesias las que servían de refugio, y esto puede suceder todavía en la actualidad. Esta tradición se basa en un conocimiento referente a la vida espiritual: aquél que, con el pensamiento, con la oración consigue refugiarse cerca de Dios, a pesar de los enemigos internos o externos que le persiguen, se encuentra protegido. Mientras permanece allí arriba, en las cimas del alma y del espíritu, sus perseguidores se mantienen alejados."
"De una manera o de otra, las verdades de la Ciencia iniciática se encuentran a menudo bajo forma de reglas o de costumbres instauradas por seres humanos. No conocen su origen, pero lo respetan, al menos en ciertas circunstancias y por un cierto tiempo. El derecho de asilo es un ejemplo de ello.
En la Antigüedad, si un culpable que era perseguido lograba penetrar en el santuario de una divinidad, estaba bajo su protección, nadie tenía derecho de apresarle. Esta costumbre todavía existía en la Edad Media. Entonces, eran las iglesias las que servían de refugio, y esto puede suceder todavía en la actualidad. Esta tradición se basa en un conocimiento referente a la vida espiritual: aquél que, con el pensamiento, con la oración consigue refugiarse cerca de Dios, a pesar de los enemigos internos o externos que le persiguen, se encuentra protegido. Mientras permanece allí arriba, en las cimas del alma y del espíritu, sus perseguidores se mantienen alejados."