Pensamiento del miércoles 7 de diciembre de 2016.
"A fuerza de ver y oír tantas cosas, la mayoría de la gente acaba saturada, hastiada. Tiene la impresión que no hay nada más que aprender: se evaden sin detenerse en ninguna parte, nada se graba en ellos. Se dicen: «Esto ya lo sé… Esto ya lo he visto… y esto también, y aquello también…» Entonces miran pero no ven, escuchan pero no oyen. Sí, la costumbre… Pero nada es tan pernicioso como dejarse gobernar por la costumbre: el cerebro se reblandece.
En realidad, la única costumbre que hay que tener es la de no acostumbrarse a nada, y poseer siempre una visión nueva, una nueva atención sobre las ideas, los seres y los objetos. Observadles, estudiadles como si los encontraseis por primera vez: descubriréis entonces los lazos existentes entre ellos, y algo de la vida del universo se os revelará. De vez en cuando, esforzaos también en respirar y en comer como si fuera la primera vez."
"A fuerza de ver y oír tantas cosas, la mayoría de la gente acaba saturada, hastiada. Tiene la impresión que no hay nada más que aprender: se evaden sin detenerse en ninguna parte, nada se graba en ellos. Se dicen: «Esto ya lo sé… Esto ya lo he visto… y esto también, y aquello también…» Entonces miran pero no ven, escuchan pero no oyen. Sí, la costumbre… Pero nada es tan pernicioso como dejarse gobernar por la costumbre: el cerebro se reblandece.
En realidad, la única costumbre que hay que tener es la de no acostumbrarse a nada, y poseer siempre una visión nueva, una nueva atención sobre las ideas, los seres y los objetos. Observadles, estudiadles como si los encontraseis por primera vez: descubriréis entonces los lazos existentes entre ellos, y algo de la vida del universo se os revelará. De vez en cuando, esforzaos también en respirar y en comer como si fuera la primera vez."