Pensamiento del martes 13 de diciembre de 2016.
"Decís que necesitáis amigos que os comprendan, y que en ninguna parte encontráis esta comprensión. Preguntaos primero qué es lo que queréis que comprendan de vosotros. E incluso si son vuestras aspiraciones más elevadas, ¿por qué exigir de los demás que penetren en vuestro corazón y en vuestra alma para saber lo que pasa? Debería bastaros con saber que tenéis la comprensión y el apoyo de los ángeles, de las entidades luminosas que habitan en el espacio, y de Dios mismo que es quien os creó.
En cuanto al resto, vuestras sensaciones, vuestros deseos, vuestros humores, vuestras simpatías, vuestras antipatías, decíos que sólo son cuestiones de temperamento y que cada uno tiene el suyo. No es razonable esperar que los demás se interesen en él y lo tengan en cuenta. Por otra parte, ¿estáis seguros de que os comprendéis a vosotros mismos? ¿No?... ¡Y queréis que los demás lo hagan!"
"Decís que necesitáis amigos que os comprendan, y que en ninguna parte encontráis esta comprensión. Preguntaos primero qué es lo que queréis que comprendan de vosotros. E incluso si son vuestras aspiraciones más elevadas, ¿por qué exigir de los demás que penetren en vuestro corazón y en vuestra alma para saber lo que pasa? Debería bastaros con saber que tenéis la comprensión y el apoyo de los ángeles, de las entidades luminosas que habitan en el espacio, y de Dios mismo que es quien os creó.
En cuanto al resto, vuestras sensaciones, vuestros deseos, vuestros humores, vuestras simpatías, vuestras antipatías, decíos que sólo son cuestiones de temperamento y que cada uno tiene el suyo. No es razonable esperar que los demás se interesen en él y lo tengan en cuenta. Por otra parte, ¿estáis seguros de que os comprendéis a vosotros mismos? ¿No?... ¡Y queréis que los demás lo hagan!"