Pensamiento del martes 6 de diciembre de 2016.
"Cada día comemos. Pero no os sorprendáis si os digo que nosotros también servimos de alimento a otras entidades. Las entidades luminosas cogen nuestros buenos pensamientos, nuestros buenos sentimientos, todo lo que nos está inspirado por la sabiduría y el amor, para alimentarse. Estas entidades nos consideran como árboles que producen flores y frutos. Cuando vienen a recogerlos, no rompen nuestras ramas, sino que nos riegan, nos cuidan, con el fin de que demos frutos más suculentos todavía. Pero existen también entidades tenebrosas, los demonios. Ellos también necesitan alimentarse, y se sirven de los humanos cuyos malos propósitos, malos sentimientos son para ellos manjares suculentos: les absorben entonces todas sus energías y los dejan agotados.
No hay nada peor que ser devorado por los espíritus tenebrosos, y nada más saludable que servir de alimento a las entidades celestiales. Es por ello que los Iniciados nos dicen que debemos cada día ofrecernos al Señor para que se alimente de nosotros. Con esta imagen nos revelan que el ideal espiritual del hombre es ser absorbido por el Señor, con el fin de tener en Él su morada."
"Cada día comemos. Pero no os sorprendáis si os digo que nosotros también servimos de alimento a otras entidades. Las entidades luminosas cogen nuestros buenos pensamientos, nuestros buenos sentimientos, todo lo que nos está inspirado por la sabiduría y el amor, para alimentarse. Estas entidades nos consideran como árboles que producen flores y frutos. Cuando vienen a recogerlos, no rompen nuestras ramas, sino que nos riegan, nos cuidan, con el fin de que demos frutos más suculentos todavía. Pero existen también entidades tenebrosas, los demonios. Ellos también necesitan alimentarse, y se sirven de los humanos cuyos malos propósitos, malos sentimientos son para ellos manjares suculentos: les absorben entonces todas sus energías y los dejan agotados.
No hay nada peor que ser devorado por los espíritus tenebrosos, y nada más saludable que servir de alimento a las entidades celestiales. Es por ello que los Iniciados nos dicen que debemos cada día ofrecernos al Señor para que se alimente de nosotros. Con esta imagen nos revelan que el ideal espiritual del hombre es ser absorbido por el Señor, con el fin de tener en Él su morada."