Pensamiento del miércoles 24 de Octubre de 2018.
"Las religiones monoteístas han presentado al Señor como un maestro implacable, vindicativo, celoso, que lo ve todo y castiga la menor falta. En realidad no, el Señor ni siquiera quiere ver las faltas de los humanos, Él es todo amor, solo vive en el esplendor. Pero ha fundado el mundo sobre unas leyes, y esas leyes castigan a los que las transgreden.
Habéis cometido una falta y sufrís… Entonces, rezáis y sentís que gracias a esa plegaria sentís que escapáis a vuestros tormentos… De repente, tenéis la sensación de llegar al Trono de Dios. Incluso si estáis polvorientos, haraposos, sois recibidos, Dios ordena que se os lave, que se os vista, os invita a su festín en compañía de ángeles y bienhechores. Cuando volvéis a descender (porque evidentemente, estáis obligados a descender de nuevo, no podéis permanecer mucho tiempo allá arriba), los tormentos vuelven… Y continuarán hasta que comprendáis cómo debéis corregir vuestros errores para quedaros un día definitivamente a la vera de Dios.""Las religiones monoteístas han presentado al Señor como un maestro implacable, vindicativo, celoso, que lo ve todo y castiga la menor falta. En realidad no, el Señor ni siquiera quiere ver las faltas de los humanos, Él es todo amor, solo vive en el esplendor. Pero ha fundado el mundo sobre unas leyes, y esas leyes castigan a los que las transgreden.
Fuente:
http://www.prosveta.com
24 de Octubre 2018