Pensamiento del martes 16 de Octubre de 2018.
"Ocurre que los acontecimientos de la vida cotidiana os inspiran sentimientos, emociones que están a punto de derribaros. Pero aprended cómo considerarlas y se convertirán en una materia sobre la cual podéis trabajar con el fin de reconstruiros.
Alguien recibe una ofensa, una injusticia: cree que es normal mostrarse alterado, llorar incluso. Pero si se encuentra frente a la verdadera belleza, una obra de arte, un gesto de nobleza, se sentirá avergonzado de verter una lágrima. Pues bien, yo os diría que al contrario, es en las penas donde es preciso mostrarse estoico, impasible, pero frente a la belleza podemos emocionarnos, mostrarnos sensibles y verter lágrimas. Porque esas lágrimas son como una lluvia celeste que os purifica y riega las flores de vuestro jardín interior. Las lágrimas de decepción, de amargura, os aportarán quizás un poco de sosiego, pero nada más. Mientras que las lágrimas de admiración os regenerarán, porque están impregnadas de una esencia divina.""Ocurre que los acontecimientos de la vida cotidiana os inspiran sentimientos, emociones que están a punto de derribaros. Pero aprended cómo considerarlas y se convertirán en una materia sobre la cual podéis trabajar con el fin de reconstruiros.
Fuente:
http://www.prosveta.com
16 de Octubre 2018