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Hablando de miedo…

Pensamos en el miedo como un enemigo a evitar, como algo que no debería sucedernos, y empleamos mucho esfuerzo para evitar y controlar algo que es inevitable e incontrolable. En este post te contamos por qué el miedo es útil, y cómo hacer para transformarlo en un buen aliado.

¿Qué es el miedo?
Repasemos qué es el miedo: Es una emoción básica, es una información que me indica que me siento amenazado por alguien o por algo. Es una alerta, un avisador. Nos ayuda a relacionarnos con el ambiente desde la prudencia y valorando posibles riesgos. Sin miedo no podríamos sobrevivir.

 Su función evolutiva es la conservación y la valoración de lo que consideramos importante: desde el miedo a recibir un daño en una discusión al temor de perder a nuestra pareja o trabajo.

¿Debo evitar el miedo?
Pensamos en el miedo como un enemigo a evitar, algo que debe evitarse, y empleamos mucho esfuerzo para evitar y controlar algo que es inevitable e incontrolable. Creamos infinidad de estrategias para sortearlo e incluso muchos se desconectan emocionalmente para no sentirlo. Nos peleamos con él.

No parece que tenga mucho sentido castrarse de una información útil. El miedo es útil. De hecho, lo que realmente debería preocuparnos no es el miedo sino los resultados del mismo.

“Tenía miedo de que dirían de mí y no fui a la fiesta”

“Por miedo al ridículo dejo de hacer cosas que me apetecen”
Este punto es crucial dejar de evitar y controlar la aparición del miedo y poner nuestro esfuerzo en transitar situaciones de miedo con los mejores resultados posibles:
“Me costó y fui a la fiesta, cuando empecé a aburrirme me fui”
“En mitad de la clase hice una pregunta que parecía tonta, lo pasé fatal haciéndola, al final no lo era”

Al transitar estas situaciones adquirimos herramientas para afrontar situaciones y reconocemos que mayormente los resultados no son tan terribles que podemos sostener nuestro miedo. La no evitación aumenta nuestra autoestima.

Las 3 claves para transformar el miedo
Al final de la semana puedes dedicar unos 15 minutos para preguntarte qué tragedias o resultados negativos se cumplieron durante la misma.

Resumiendo:
Dejar de luchar contra el miedo. No temas al miedo, teme sus resultados.

Dejar de evitar situaciones temidas. Empieza con las fáciles.

Testea cuantas veces se confirmó tu fantasía catastrófica.

Al transitar el miedo, afrontamos nuestra vulnerabilidad y desde ella crecemos.

Escrito por Jordi Gil, Psicólogo de Barcelona. Terapeuta Gestalt.

Fuente:
https://compartiendoluzconsol.wordpress.com
16 de Octubre 2018