Pensamiento del domingo 18 de diciembre de 2022.
"Ya sabéis lo que dice un niño: “Amo a papá, amo a mamá, pero prefiero la mermelada...” Toda la mentalidad del niño se resume en esta palabra: la mermelada, es decir, todo lo que es fácil, agradable, azucarado. El niño no sabe que, lo que es amargo y difícil, será sin duda preferible para él. Aún no ha llegado a esa sabiduría de elegir a veces lo que es desagradable. Y ese es el peligro, no solo para los niños, sino para todos los adultos que a menudo se comportan como niños. Porque detrás de esa apariencia de placer y de encanto se encuentran las trampas, las desilusiones, las amarguras.
Mientras los humanos no estén dirigidos interiormente – o exteriormente – por un guía que ve más allá que ellos, que tiene experiencias de las que ha aprendido, se dejan arrastrar por lo que es agradable, y después se rompen la cabeza. Entonces, evidentemente, lo lamentan, ¡pero ya es demasiado tarde!"