Pensamiento del lunes 12 de diciembre de 2022.
"Cuando bebáis, coged la costumbre de sostener vuestro vaso algunos segundos en la mano diciendo: “ Te saludo, agua amable, pura y viva; tú, sierva de Dios, introduce en mí la pureza...” Sentiréis entonces que todo vuestro ser se impregna de un fluido sutil.
Observad el agua e identificaros con ella. Imaginad que tenéis, vosotros también, esa transparencia, esa claridad del cristal. Poco a poco, ya no será para vosotros sólo un líquido incoloro e insignificante del que os servís para cocinar o hacer la colada, para lavaros, etc., sino que sentiréis abrirse en vosotros la fuente de maravillas; los seres y las cosas se os manifestarán más allá de su apariencia material, tales como son en realidad."