Pensamiento del domingo 7 de agosto de 2022.
"El destino no se deja conmover, pero nunca es cruel; es justo, simplemente. Todas las faltas que habéis cometido se han ido acumulando en un platillo de la balanza, pero si decidís reconducir vuestra vida, todo lo que hagáis de bueno irá a pesar sobre el otro platillo.
Entonces, cuando llegue el momento de pagar por vuestras trasgresiones, vuestros buenos pensamientos, vuestros buenos sentimientos y vuestras buenas acciones, intervendrán para que el pago sea menos oneroso. Esto también significa que no hay que ser fatalista diciendo: “Puesto que mi destino es tal o cual, no hay nada que hacer, hay que aceptarlo...” No. Nunca olvidéis esto: el destino nunca pide la asfixia y la extinción del espíritu. Al contrario, el destino está ahí para obligarnos a despertar el espíritu, a trabajar con el espíritu con el fin de crearnos un nuevo destino."