Pensamiento del lunes 15 de marzo de 2021.
"Cuando amáis a alguien, empleáis todos los medios para acapararlo y guardarlo para vosotros: le atormentáis, le violentáis, le imponéis vuestra voluntad. En realidad ¿qué es lo que guardáis así?... ¿Cómo podéis impedir que los demás se relacionen con ese ser? Las ocasiones no faltan, por todas partes el mundo entero podrá verle, hablarle, y si no sois razonables y tolerantes, sufriréis. Sois como alguien que posee flores en su parque: no puede impedir que su perfume se difunda por todas partes y sea aspirado por todo el mundo. En realidad, lo que guardáis tan celosamente es el cuerpo del ser amado, es decir su envoltura, su caparazón…
Y lo mismo sucede con aquellos a quienes no amáis y a los que queréis mortificar: ¿qué es lo que realmente podéis coger de ellos? Lo que constituye la esencia de un ser, es decir, sus pensamientos, sus sentimientos, no pueden ser encerrados. Por todas partes no vemos más que esfuerzos insensatos de personas que quieren apoderarse de las almas humanas. Pero el alma no puede ser dominada. Podemos lograr apoderarnos, por un tiempo, del cuerpo físico, pero no del ser misterioso que habita dentro de él."