"Tenéis una dificultad… Pues bien, tomadla y comparadla con todo lo que poseéis, vuestras riquezas, vuestras facultades. Ponedlas una al lado de las otras y comparad: esa dificultad no podrá resistir, desaparecerá ante la grandeza y la inmensidad de lo que tenéis. Debéis aprender a situar así vuestras penas y vuestras tristezas frente a vuestros tesoros, frente a vuestro futuro, y veréis que no quedará ningún rastro.
En cuanto a todos esos espíritus malévolos del mundo invisible que quieren desestabilizaros, desanimar, decidles: “Venid aquí, voy a enseñaros algo”, y les situáis delante de todas vuestras posibilidades actuales, así como las que os esperan. Al principio, por supuesto, se obstinarán, pero muy rápidamente comprenderán que pierden su tiempo con vosotros, y os dejarán tranquilos. Habituaros a hacer ejercicios parecidos y veréis que podéis transformar y mejorar muchas cosas."
Fuente:
http://www.prosveta.com
11 enero 2020