Pensamiento del miércoles 22 de enero de 2020.
"Es raro que un matrimonio sea perfecto, pero en vez de quererse divorciar inmediatamente, es mejor intentar soportar los inconvenientes y decirse: “Mi marido... si me he encontrado con él, es porque lo he merecido en mis encarnaciones precedentes, porque hay una justicia en el mundo. Debo por tanto esforzarme en aceptarle para esta encarnación, debo aprender, mejorarme”. Y así, en vez de contraer nuevas deudas queriéndoos liberar, saldáis vuestras antiguas deudas. En tanto que si os comportáis mal, sin generosidad ni paciencia, la deuda aumentará y os encontraréis de nuevo juntos en otra encarnación para arreglarlo quizás bajo otra forma.
"Es raro que un matrimonio sea perfecto, pero en vez de quererse divorciar inmediatamente, es mejor intentar soportar los inconvenientes y decirse: “Mi marido... si me he encontrado con él, es porque lo he merecido en mis encarnaciones precedentes, porque hay una justicia en el mundo. Debo por tanto esforzarme en aceptarle para esta encarnación, debo aprender, mejorarme”. Y así, en vez de contraer nuevas deudas queriéndoos liberar, saldáis vuestras antiguas deudas. En tanto que si os comportáis mal, sin generosidad ni paciencia, la deuda aumentará y os encontraréis de nuevo juntos en otra encarnación para arreglarlo quizás bajo otra forma.
Por tanto, vale la pena aceptar esta filosofía para liberarse. Porque el marido puede también preguntarse: “¿Por qué entre más de tres mil millones de mujeres en el mundo he tropezado precisamente con ésta?” Y reflexionado sobre ello, descubrirá, también él, que no es por azar… ¡Habían tantas otras! Pues no, tuvo que ser esa precisamente, porque es a través de esta mujer que realizará un trabajo interior gracias al cual, desarrollará ciertas cualidades y virtudes. Veis, no se razona de esta forma porque no estamos instruidos sobre la reencarnación, la ley de causa y efecto, el karma."
Fuente:
http://www.prosveta.com
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22 enero 2020