Pensamiento del lunes 10 de junio de 2019.
"Recibir el fuego divino es el fin último de la Iniciación. Aquél que ha recibido ese fuego, no puede desear nada más allá. ¡Pero cuánto tiempo y trabajo son necesarios antes que ese fuego acepte descender! Porque solo puede entrar en una morada especialmente preparado para recibirle, un hogar purificado, santificado.
Cada día, mediante la meditación, la oración, pero también mediante todos nuestros sentimientos, nuestros pensamientos y nuestros actos, debemos edificar en nosotros una morada hecha con los materiales más luminosos, para que el fuego, ese invitado divino, reconociendo en él su propia quintaesencia, sea atraído irresistiblemente… Y ese anfitrión divino no llega solo, viene acompañado de numerosos servidores: ángeles y también espíritus de la naturaleza vienen a habitar a ese ser en forma de dones, cualidades y virtudes. En su apariencia exterior, puede que no haya cambiado, pero en él todo se habrá transformado."
Fuente:
http://www.prosveta.com
10 de junio 2019