Pensamiento del martes 11 de junio de 2019.
"Mientras no haya hecho un gran trabajo interior, aquél que expone sus puntos de vista pretendiendo estar en lo cierto, corre el riesgo no solo de equivocarse, sino de inducir a los demás al error. Puede que sea sincero, pero no estará en lo cierto. La sinceridad es una cosa, y la verdad es otra. Podemos ser sinceros chapoteando en los peores errores, y nunca hay que excusarse en la sinceridad para justificarse.
Aquél que busca sinceramente la verdad no tiene más que hacerse preguntas simples: ¿acaso mis sentimientos están inspirados por el verdadero amor?... ¿acaso mi pensamiento sigue el camino de la sabiduría? Cada vez que introduce en sus pensamientos y sentimientos elementos de sabiduría y amor, se acerca a la verdad, toca un nuevo aspecto, alcanza un grado nuevo, y esos aspectos, esos grados son infinitos en número. La verdad hay que haberla encontrado y, al mismo tiempo continuar, buscándola; es decir, concentrarse en los dos principios inmutables del amor y de la sabiduría y, al mismo tiempo, movilizar todos los recursos de la voluntad para encarnar esos dos principios en la vida."
Fuente:
http://www.prosveta.com
11 de junio 2019