Es la unión pura y espiritual, en cuerpo y alma,
de dos seres cuya energía, previamente equilibrada en el interior, se
complementa para vivir la Unidad y el equilibrio perfecto en la dualidad de
este plano, desde el amor de planos superiores.
No
es casualidad la existencia del hombre y la mujer en este plano de la materia.
Es el resultado de la “división” de una energía pura en sus dos partes
completas y sublimes para experimentarse y fortalecer su esencia. No porque una
sea la mitad que al otro le falta. Una encontrará a la otra sin importar el
espacio y el tiempo, de hecho, en el plano espiritual nunca se han separado.
Podrán
pasar milenios antes de que una reunión física se dé. Pueden encontrarse y
separarse una y otra vez…, vivir experiencias en la separación o en el apego;
quizá procreen y hagan grandes cosas con seres hermosos que llegarán a sus
vidas solo con el fín de aprender o de enseñar. Porque todos somos maestros y
alumnos a la vez ¡Demos las gracias y amemos a esos hermosos maestros que nos
ayudan día a día a elevar nuestro espíritu!
En
algún momento, si no se han encontrado desde el espíritu, se cansarán de
compartir sus cuerpos con almas que no les complementan y, quizá en ese
proceso, busquen la castidad del cuerpo pensando que no existe la unión
perfecta del hombre y la mujer. O desearán experimentar la soledad. Éstos son
solo procesos naturales de purificación para estar libre de energías que no les
pertenecen y recibir en plena armonía a ese amado complemento cuando ya hemos
experimentado las relaciones desde el dolor y el sufrimiento.
Quizá
sea entonces el momento de recibir el verdadero AMOR de pareja…, ese que no
depende del cuerpo, pero que une al cuerpo de manera sublime e indescriptible.
Pero llegará ese momento, solo cuando ambos (que son UNO) estén preparados;
cuando el deseo físico pierda importancia para ambos. Entonces, si se permiten
vivirlo, se dará el pleno goce de su unión…por primera vez en milenios ¡harán
el verdadero amor! Se reencontrarán y se reconocerán para vivir la unión más
sublime del cuerpo y del espíritu. Es señal, entonces, de que sus almas
volverán a ser UNA con Dios y recorrerán juntos el resto del camino.
Si
tu espíritu está listo, reconocerá la llegada de ese maravilloso ser. Llegará a
tu vida de manera mágica e inesperada. Observarás sus ojos y se generará magia
entre ustedes con solo mirarse. Rosarán sus manos y sentirán como el cuerpo se
estremece, pero no desde el deseo físico, sino desde el alma. Será tan fuerte
la experiencia, que probablemente alguno no se atreva a acercarse, pues sabe
que será eterna la unión y eso, a veces genera cierto temor debido a las
experiencias anteriores. No importa cuantos segundos o milenios callen el
haberse encontrado; no importa si se alejan, o si solo viven una unión
espiritual; una vez listos, es un efecto en cadena que los unirá
definitivamente en el momento justo.
¿Cómo
reconoces ese maravilloso reencuentro? Tu corazón latirá de manera espontánea
para abrazar a ese hermoso ser y, en ese abrazo, sentirás la energía que fluye
de manera perfecta.
Si
se da la unión, ésta no genera ningún tipo de dependencia. El espíritu reconoce
la eternidad de la misma y sabe que no hay ni distancia ni tiempo para estar
juntos. Siempre lo están y crecen en su individualidad de este plano
respetándose y en libertad. Y son UNO en los planos superiores.
Sencillamente,
son almas libres amándose. Uno eleva al otro a cada momento y no hacen falta
las palabras para saberse amados.
Podemos
concluir entonces que no hay castidad más grande que el AMOR PURO. Y el AMOR
PURO no debes buscarlo, siempre llega. Si lo buscas, es porque aún no estás
listo para el reencuentro.
Sólo
aquel que vive la paz de su alma, con su energía masculina y femenina
totalmente reconciliadas en el interior y permanece en el amor infinito de todo
SER, está listo para encontrar su pareja. Y no hablo solo de almas gemelas,
hablo de cualquier relación sana. Vive tu espiritualidad y quizá te des cuenta
de que ya está contigo.
¡NUNCA
ESTÁS SOLO! Recuerda que, a la luz de la Eternidad, ya eres UNO con elotro.El deseo impaciente y ansioso
de encontrar a tu alma gemela, sólo te aleja de tu paz interior. Disfruta cada
momento y sé capaz de ver en cada relación, la magia del amor y en cada crisis
observa la oportunidad y aprovéchala. Que el AMOR infinito viva en tu corazón
por siempre.
Zoraya
Rangel
Fuente: centrohuellas.wordpress.com
https://compartiendoluzconsol.wordpress.com
30
de Agosto del 2016