Pensamiento del viernes 24 de mayo de 2024.
"Un hombre que quería ser rico, hizo un día un pacto con el diablo. “De acuerdo, le dijo el diablo, te daré dinero, pero cada vez deberás darme algo a cambio. ¿El qué? - Cada vez que te de dinero, me darás uno de tus cabellos. - ¡Oh! ¿Solo eso? ¡Si un cabello no es nada!” Sí, pero en muy poco tiempo se quedó calvo, lo que provocó muchos cambios en su vida: su novia le abandonó porque le encontraba ridículo y, apesadumbrado, empezó a beber; hizo toda clase de locuras y perdió a sus amigos. Y finalmente un día de invierno que salió sin sombrero, cogió frío y murió.
Naturalmente, es una anécdota divertida, pero cuántas personas razonan así: “¿Qué es lo que voy a perder si satisfaciendo todos mis caprichos corto la conexión con el Señor? ¡No pasa nada!” Desgraciadamente, sí pasa algo: cada día algunas partículas de luz, de vitalidad, se desprenden de ellos y como esta pérdida repercute en su vida familiar, en su vida profesional, sucede que poco a poco van desperdiciando toda su vida."