Pensamiento del lunes 20 de mayo de 2024.
"La expresión “levantar el velo de Isis” es una imagen. El velo de Isis es el misterio de la naturaleza viviente que no hemos aún conseguido desvelar. Y por “naturaleza”, hay que comprender igualmente al ser humano: él, al igual que la naturaleza, está cubierto de velos, y por eso tiene tantas dificultades para conocerse y conocer a los demás. El verdadero conocimiento exige que lleguemos a elevarnos hasta las regiones sublimes del espíritu. Cuando dejemos de vernos a nosotros mismos y a los demás a través de cristales deformantes de nuestros cuerpos opacos –porque el cuerpo astral y el mental, así como el cuerpo físico no poseen la verdadera clarividencia– podremos, al fin, saber lo que es el ser humano en las regiones sublimes: una inmensidad, una luz, un resplandor.
Todos los hierofantes del pasado han dado la misma enseñanza, revelaban a sus discípulos que el ser humano está hecho a imagen de la naturaleza, también velado. Oculto bajo varias capas de materia, habita un espíritu, una chispa, un ser indescriptible, omnisciente, todopoderoso, Dios mismo. Aquél que, por el ascetismo, la oración y la renuncia sea capaz de obedecer a las exigencias del espíritu, verá a Isis aparecer delante de él, despojada de sus velos."