Pensamiento del martes 14 de mayo de 2024.
"Rechazando toda actividad espiritual y moral para satisfacer únicamente sus caprichos, los humanos reproducen cada vez, sin saberlo, la falta de Adán y Eva. Está dicho en el Génesis que Dios, que había colocado a Adán y a Eva en el Jardín del Edén, les había prohibido comer del Árbol del Conocimiento del bien y del mal. Pero ellos desobedecieron y fueron expulsados del jardín.
El misterio que encierra el Árbol del Conocimiento del bien y del mal concierne a las fuerzas en acción en la naturaleza. El hombre ocupa un cierto lugar en el universo; a este lugar le corresponde un estado de conciencia determinado que no le permite conocer y experimentarlo todo impunemente. Incluso, aunque podamos decir que la curiosidad es uno de los principales motores de la evolución humana, hay experiencias para las cuales los humanos no están todavía preparados, y si las hacen prematuramente, se exponen a grandes peligros. Simbólicamente, se puede decir que antes de la caída, los primeros hombres vivían entre las flores del Árbol cósmico, pero al querer ampliar su campo de investigación, descendieron hasta las raíces. Ahí hay ciertamente muchas cosas por descubrir. Pero también descubrieron la limitación y la muerte."