Pensamiento del jueves 18 de abril de 2024.
"La cuestión de la existencia o la no existencia de Dios es, en realidad, muy sencilla. Ciertamente para el incrédulo, Dios no existe porque considera que el hombre es quien determina la existencia de las cosas. Mirad a un hombre dormido: aunque todos los tesoros del mundo estén acumulados junto a él, como no es consciente de ello, no puede alegrarse. Casi todos los humanos están sumergidos de esta manera en el sueño de la inconsciencia. Únicamente los Iniciados, que son hombres que están verdaderamente despiertos, ven los esplendores que les rodean, y están maravillados. Los demás tienen las mismas riquezas, dentro de ellos y a su alrededor, pero no son conscientes de ello.
Todo depende, pues, del estado de conciencia. Cuando estamos despiertos, ciertas cosas se convierten en una realidad, pero cuando nos dormimos, se borran. Así sucede con Dios: si estáis dormidos, no le sentís, y decís que no existe. Pero despertaos y sentiréis que Dios está ahí, vivo, en vosotros y alrededor de vosotros."