Pensamiento del jueves 12 de mayo de 2022.
"Se dice en los Evangelios: “Vigilad y orad, porque el diablo, como un león rugiente, se prepara para devoraros...” Pertenecéis a una Enseñanza espiritual donde se os revela las mayores verdades, pero desde el momento en que volvéis a la vida corriente, lo olvidáis todo, y a la primera ocasión, como no estáis vigilantes, sois mordidos.
Los diablos no son tan grandes ni aterradores; si lo fueran, podríamos verles, defendernos, incluso atacarles; sino que la mayoría de las veces, son muy pequeños y se esconden. Es como los microbios, no sospechamos de ellos porque no los vemos, y sin embargo asolan a toda la humanidad. Es necesario ahora tener “microscopios”, si no cada día los diablos están ahí: ponemos el pie en cualquier sitio, un segundo de descuido y nos fracturamos algunas costillas – simbólicamente hablando. Los humanos se imaginan al diablo con cuernos, garras y pezuñas... Pero no, la realidad es mucho peor, los diablos de los que debemos protegernos son la imprudencia, la negligencia y la falta de atención."