Pensamiento del miércoles 11 de mayo de 2022.
"Cada mañana, a la salida del sol, recibimos pepitas de oro, somos buscadores de oro, porque nosotros también queremos ser ricos. Pero en vez de ir a filtrar la arena de los ríos, nos volvemos hacia el sol intentando captar su luz, y de condensarla en vida, en fuerzas, en inspiración.
Los alquimistas, que habían estudiado esta cuestión a fondo, decían que el oro no es más que la luz del sol condensada en las entrañas de la tierra. Algunos de ellos incluso han sabido remontar ese proceso de condensación y reencontrar en el oro físico toda la luz, el calor y la vida del sol. Gracias a ciertos métodos, consiguieron sacar y absorber de una lámina de oro todas las energías que el sol ha condensado en ella desde hace milenios. ¡Todavía no sabemos qué potencia está contenida en unos pocos gramos de oro!"