Pensamiento del viernes 19 de noviembre de 2021.
"Para comprender el fuego, hay que conocer también el aire, pues el aire y el fuego son complementarios. El aire, que aporta la frescura, tiene sobre el fuego un poder regulador. De nuevo encontramos este mismo fenómeno en nosotros. ¿Cómo? Somos viajeros recorriendo el espacio; para cumplir nuestra predestinación, necesitamos el calor y el frío.
El calor, lo tenemos en nosotros, llevamos encima nuestra estufa con su combustible, para poder calentarnos por dentro. Puesto que fuera hace frío y el camino es largo, es necesario mantener el fuego interior. En cuanto al frío, éste viene del exterior: es el aire el que permite regular la temperatura.
Se puede decir que el fuego es el amor y el aire la sabiduría. El amor está en nosotros, mientras que la sabiduría está en el exterior para que podamos estudiarla, contemplarla, y regular así nuestro fuego interior."