Pensamiento del miércoles 10 de noviembre de 2021.
"Cuántas personas que desean abrazar la vida espiritual tropiezan con el problema de la meditación: no saben concentrarse. ¿Por qué? Porque no han aprendido a elegir los temas de meditación, se lanzan ciegamente sin poseer métodos. La primera regla consiste en elegir evidentemente un tema de naturaleza espiritual; y la segunda, en encontrar un tema que améis. El amor que sentís por un tema es el que os une a él. Si no amáis, sois como un sello desprovisto de pegamento: no os adherís al objeto.
El error de los principiantes, es que enseguida quieren concentrarse en las cuestiones filosóficas y místicas más abstractas: la verdad, la eternidad, el infinito, el Absoluto, el Ser supremo. Es un error. Empezad por concentraros, por ejemplo, en una imagen pura, bella, que améis, una imagen de la naturaleza o del arte. De este modo, vuestro cerebro se acostumbrará a concentrarse y, poco a poco, podréis meditar sobre los temas más alejados de vosotros. Para obtener resultados en la vida espiritual, hay que saber utilizar la gran fuerza del amor."