"Los ejercicios espirituales en sí mismos no son nada; se vuelven verdaderamente eficaces y benéficos a la luz de una Enseñanza que da los conocimientos sobre el mundo invisible, los diferentes seres que lo habitan, las leyes que lo rigen, las fuerzas que circulan en él. Y aún es más importante conocer cómo está construido el ser humano, cuáles son sus órganos, los centros espirituales gracias a los cuales puede entrar en relación con las regiones del espacio. Pero ni siquiera esto es suficiente. Una vez que se posee este saber, hay que decidirse a cambiar la manera de vivir y sacrificar las actividades que se contradicen con las verdades de la Ciencia Iniciática.
He aquí lo esencial, tomadlo en consideración. Desde el momento en que ya no os limitáis a la comprensión intelectual de la espiritualidad, poseeréis la verdadera comprensión, esta comprensión que invade el cuerpo entero hasta la más mínima célula. Cada ejercicio tendrá entonces para vosotros un nuevo significado y os fortalecerá."