Pensamiento del martes 10 de mayo de 2016.
"Cuando se encuentran de repente sumergidos en situaciones complicadas, muchas personas toman conciencia de su ignorancia, de su debilidad y se dicen: «¡Si lo hubiera sabido!...» Hubieran podido saberlo, porque en algún momento todas las condiciones les fueron dadas para aprender, para ejercitarse y reforzarse. Pero las descuidaron, les pareció que la vida espiritual exigía demasiados esfuerzos; y otras actividades, otras preocupaciones les parecieron en ese momento más importantes.
Os preguntaréis: «Y si hemos dejado pasar esas buenas condiciones, ¿ahora, es demasiado tarde?» No, nunca es demasiado tarde: el camino de la vida es largo, infinito, y otras condiciones os serán dadas en esta existencia o en otra. Procurad entonces no dejarlas pasar, para que no tengáis que decir otra vez: ¡Si lo hubiera sabido!..."
"Cuando se encuentran de repente sumergidos en situaciones complicadas, muchas personas toman conciencia de su ignorancia, de su debilidad y se dicen: «¡Si lo hubiera sabido!...» Hubieran podido saberlo, porque en algún momento todas las condiciones les fueron dadas para aprender, para ejercitarse y reforzarse. Pero las descuidaron, les pareció que la vida espiritual exigía demasiados esfuerzos; y otras actividades, otras preocupaciones les parecieron en ese momento más importantes.
Os preguntaréis: «Y si hemos dejado pasar esas buenas condiciones, ¿ahora, es demasiado tarde?» No, nunca es demasiado tarde: el camino de la vida es largo, infinito, y otras condiciones os serán dadas en esta existencia o en otra. Procurad entonces no dejarlas pasar, para que no tengáis que decir otra vez: ¡Si lo hubiera sabido!..."