***El gobierno británico criminaliza a la organización anti-genocidio Palestine Action (Acción Palestina) para encubrir el genocidio del régimen israelí en Gaza.***
Por: Musa Iqbal *
La draconiana represión contra la organización anti-genocidio Palestine Action en el Reino Unido marca otro capítulo vergonzoso en el aparente final de la hegemonía de la sociedad occidental.
No solo la proscripción de Palestine Action constituye un grave golpe a la desobediencia civil contra el genocidio en curso en la Franja de Gaza, sino que también prepara el terreno para la criminalización total de la solidaridad palestina, al mismo tiempo que revela que “terrorismo” es un término no basado en la acción, sino en la alineación política.
Desde el 5 de julio, Palestine Action, un grupo que ha desacelerado materialmente las acciones genocidas del régimen israelí, está completamente proscrito en el Reino Unido.
La lealtad a este grupo, y cualquier tipo de solidaridad o palabras de apoyo hacia Palestine Action, será recibida con castigos severos, incluidos encarcelamientos.
En el trasfondo de la proscripción hay un creciente sentimiento popular hacia la causa palestina, ahora respaldado por otros artistas europeos como Kneecap y Bob Vylan, quienes también están siendo investigados criminalmente por las autoridades británicas por oponerse al genocidio en Gaza.
Ya las autoridades del Reino Unido han arrestado a manifestantes por su postura con Palestine Action, incluso a un sacerdote de la tercera edad que simplemente sostenía un cartel que decía: “Me opongo al genocidio. Apoyo a Palestine Action”.
Durante casi cinco años, Palestine Action ha sido, sin lugar a dudas, la organización pro-Palestina y anti-genocidio más efectiva y exitosa en el mundo occidental.
Su estrategia es cortar la línea de vida misma de la ocupación israelí atacando a los fabricantes de armas para la ocupación, específicamente Elbit Systems, la mayor empresa armamentista del régimen ocupante.
Utilizando tácticas de sabotaje, como rociar sus instalaciones de fabricación de armas con su famosa pintura roja, un color simbólico para demostrar la complicidad de los fabricantes en la ocupación, han logrado, una y otra vez, detener por completo la producción de armas.
Elbit Systems incluso reconoce cuán efectivas son estas tácticas. En un informe de 2024, la compañía declara: “...la interrupción de la cadena de suministro debido, en parte, a las limitaciones en las exportaciones a Israel, así como el transporte más limitado por aire y mar hacia la región...[e]stas restricciones han provocado un aumento material en los últimos años de los costos de adquisición y envío de la empresa, lo que ha provocado, en algunos casos, retrasos y limitaciones en nuestra producción y desarrollo”.
Si bien estas acciones han sido disruptivas y han puesto de relieve empresas como Elbit Systems en su participación directa en la ocupación y el genocidio, nunca han resultado en la pérdida de vidas.
Nadie ha sido asesinado, ni siquiera por accidente. Sin embargo, los miembros de Palestine Action, cuando han sido arrestados, han enfrentado prisión, con sentencias y cargos dudosos. Mientras tanto, los fabricantes de armas que ellos interrumpen ven sus productos utilizados para cometer crímenes de guerra contra los palestinos.
El único daño que Palestine Action ha causado ha sido a las armas de guerra destinadas a caer sobre los niños palestinos, y a la reputación de las empresas vinculadas al genocidio y la ocupación.
El crimen de oponerse al genocidio en el mundo occidental es terrorismo. Sorprendentemente, el terrorismo en sí mismo es recibido con los brazos abiertos, siempre que se ajuste a los intereses fundamentales del imperialismo, es decir, apoyar la ocupación israelí y el apartheid.
El mismo día que entró en vigor la proscripción terrorista de Palestine Action, el Reino Unido emitió un comunicado señalando su normalización con el nuevo régimen sirio, liderado por el ex miembro de Al-Qaeda y actual líder de Hayat Tahrir al-Sham (HTS), Abu Mohammad al-Golani.
Incluso si se pasa por alto la sangrienta historia del HTS, anteriormente conocido como el Frente Al-Nusra, sus masacres sectarias continuas de minorías dentro de Siria demuestran claramente que este no es un ejército estatal; sigue llevando a cabo terrorismo con entusiasmo, ahora sin restricciones por designaciones y condenas falsas de Occidente.
De hecho, el régimen de HTS en Siria está siendo premiado. Dado que el nuevo régimen sirio está decidido a normalizarse con la ocupación sionista, cediendo los altos del Golán y otros territorios sirios, así como encarcelando y expulsando a la resistencia palestina de su tierra, las sanciones, así como la presión militar sobre Siria, que antes soportó durante décadas, están siendo eliminadas.
Así, la definición de “terrorismo” para el mundo occidental no se basa en las acciones, sino en la alineación política.
Si alguien se opone a los intereses occidentales desactivando equipo militar sin dañar a un alma, seguramente se le puede considerar un terrorista. Sin embargo, si alguien masacra a miles de inocentes, sumergiendo un país en la violencia sectaria, pero finalmente despeja el camino hacia la dominación y alineación política occidental, no sería considerado un terrorista. Sería un héroe.
El modelo del Reino Unido para acusar a grupos de terrorismo seguramente será implementado en otras partes a medida que la popularidad de la causa palestina aumenta, alcanzando niveles récord, mientras que la simpatía por la ocupación sionista sigue desplomándose, incluso en el corazón del imperio.
La proyección del “Occidente colectivo” de sí mismo como defensor de un supuesto orden liberal-democrático muestra finalmente lo que el liberalismo se convierte cuando se ve obligado a reconocer su dependencia del colonialismo y el imperialismo.
En papel, los gobiernos occidentales proclaman que el liberalismo significa libertad de expresión y de palabra, defendiendo valores de paz y armonía compartida. Pero en la práctica, lo opuesto es cierto: la expresión y la palabra son limitadas y castigadas, mientras que el terrorismo salvaje es premiado, siempre que encaje con la expansión de la base económica del proyecto imperialista.
Se debe lanzar un rechazo público contra la proscripción de Palestine Action. Cualquier persona que se oponga al genocidio debe condenar la proscripción de Palestine Action y grupos similares.
Evitar este momento solo dará a las autoridades occidentales más espacio para invadir el derecho fundamental a resistir el genocidio y la ocupación.
* Musa Iqbal es investigador en EE.UU. y editor de Vox Ummah.
Texto recogido de un artículo publicado en PressTV.
Fuente:https://www.hispantv.com/noticias/opinion/618102/encubrir-genocidio-gaza-reino-unido-criminaliza-palestine-action