Pensamiento del domingo 26 de septiembre de 2021.
"Para avanzar en su trabajo espiritual, el discípulo debe esforzarse por crear cada día una imagen divina de sí mismo. Pero, evidentemente, no debe imaginarse que ya es una divinidad, ni sobre todo querer que los demás lo consideren como tal, de lo contrario atraerá sus burlas y su hostilidad. Dirán: “Pero éste, ¿quién se cree que es? ¡Se ha vuelto loco!” Y tendrán parte de razón.
Así que, sea cual sea el trabajo interior que hagáis, seguid comportándoos con los demás con sencillez y naturalidad. Imaginad que sois sabios, luminosos, radiantes, que cumplís la voluntad de Dios, que conseguís reencontraros tal como en el pasado lejano, en la inocencia y el esplendor del Paraíso, y tal como deberíais ser de nuevo en el futuro: perfectos. ¡Pero recordad que esto no ha ocurrido todavía!"