"A menudo son los humanos los responsables de las difíciles condiciones en las que viven. Pero no se dan cuenta de ello y siempre acusan a los demás de que no les hayan dado esto, facilitado aquello. En realidad, incluso si les das lo que reclaman, no servirá de gran cosa, porque cuando uno es débil, perezoso e ignorante, no se siente más feliz, y sobre todo no mejora, al contrario. Cuántas veces hemos visto que, cuando satisface todos sus deseos, el hombre no hace más que degradarse.
Antes, al menos, las dificultades le obligaban a reflexionar, a hacer esfuerzos. Pero en el momento en que caen los obstáculos, podemos decir que el camino del infierno se abre ampliamente ante él. Evidentemente, eso no significa que se deba mantener a los humanos en las privaciones y las dificultades, no, pero es peligroso dar muchas facilidades materiales a todos aquellos que no saben dominarse y que ponen a la vida material por delante de la espiritual, porque es exponerles a las peores tentaciones. "
Fuente:
http://www.prosveta.com
11 de setiembre del 2020