"Los humanos son raramente conscientes de sus malos hábitos mentales. Uno, cuando tiene que emprender un trabajo, enseguida se crispa, se enfada; otro, ante cada nueva situación, tiene como primera reacción mostrarse negativo o perturbado, otro se revuelve, otro se desanima...
Pero como son actitudes de las que ni siquiera se dan cuenta, no pueden remediarlas, y en cualquier situación encuentran siempre un pretexto para volver a caer en los mismos defectos. Lo primero que hay que hacer es pues estudiaros para conoceros. A partir del momento que veáis claro en vosotros, ya tenéis los medios para remediar la situación: enseguida recibís un ímpetu para movilizar todas las posibilidades que Dios ha puesto en vuestra subconciencia, vuestra conciencia y vuestra supraconciencia: es así como cada día progresáis, gracias a este hábito que habéis tomado de estudiaros y de ser lúcidos sobre vosotros mismos."
Fuente:
http://www.prosveta.com
01 de setiembre del 2020