"El sol es el mejor restaurante que existe, y por eso vamos a visitarlo cada mañana. Pero para recibir comida de él, hay que tener oro: pero no oro en los bolsillos, que no sirve de nada, sino oro en nuestro cerebro. Y cuando el dueño del restaurante, el espíritu solar, ve que tenéis algunas pepitas de oro dentro de vosotros, inmediatamente os sirve los platos más suculentos.
Si no, os quedáis ahí bostezando y suspiráis: "No siento nada, no recibo nada, no vale la pena venir a este restaurante". Esperáis que os sirvan, pero van a servir a los demás, y no a vosotros. A vosotros os dicen: “Espere, espere, vaya primero a recoger oro, y cuando tenga este oro, le serviremos”. Tener oro es comprender la sabiduría divina, apreciarla, amarla y buscarla. Cuando los espíritus del sol ven que poseéis ese oro, entonces os atienden inmediatamente."
Fuente:
http://www.prosveta.com
09 de setiembre del 2020