"Se dice que los seres elegidos llevan una marca en la frente. Y es verdad, pero no es una marca que un ser visible o invisible pueda poner desde el exterior. Es el hombre mismo el que, por su trabajo y su elevación espiritual, inscribe un signo tal sobre su frente. Porque cuántas veces os lo he dicho: todo se graba, y nuestros actos, nuestros sentimientos y nuestros pensamientos, dejan rastro no solamente alrededor de nosotros, sino también y sobre todo en nosotros.
Todo nuestro ser está impregnado, modelado y configurado por las manifestaciones de nuestra vida psíquica. Si, es una ley: cada vez que manifestamos la bondad, la justicia, la paciencia, el amor… esas virtudes se inscriben en nosotros, y no solo se inscriben en nosotros, sino que crean alrededor de nosotros una especie de campo magnético que atrae del espacio fuerzas benéficas que nos protegen."
Fuente:
http://www.prosveta.com
15 de setiembre del 2020