Pensamiento del domingo 27 de septiembre de 2020.
"El intelecto se sitúa en el hombre entre el espíritu y la materia. Cundo ve que la materia llega a obstaculizar, a bloquear los impulsos divinos del espíritu, el intelecto puede intervenir para devolver al espíritu su fuerza, para abrirle puertas. Desde dentro, el espíritu empuja siempre, pero el hombre no siempre es consciente de ello, ignora que puede facilitar el trabajo del espíritu o, al contrario, oponerse a él, dando más posibilidades a la materia.
Los Iniciados han abierto escuelas precisamente para que los humanos tomen conciencia de esta realidad y se decidan a hacer un trabajo sobre sí mismos, a dominarse, a purificarse, para permitir, por fin, la manifestación del espíritu. Los grandes Maestros conocen esa posibilidad que tiene el hombre de determinarse gracias a su intelecto, con el fin de decidir en qué sentido actuar; por eso insisten para que tome conciencia de ese papel que puede jugar en el universo, apoyando el trabajo del espíritu sobre la materia."
Fuente:
http://www.prosveta.com
27 de setiembre del 2020