Pensamiento del Sábado 6 de julio de 2019.
"Nadie se aventuraría en las profundidades de la tierra o de los mares sin equiparse y sin haberse previamente ejercitado. Pero cuando se trata de descender en las profundidades de su propia naturaleza, se imaginan que es fácil, que no se arriesga nada. Sin embargo, los mayores peligros están ahí, precisamente y, para escapar de ellos, hay que equiparse y ejercitarse, buscando elevarse hasta las regiones situadas por encima de la conciencia y de la subconsciencia: las regiones de la supraconciencia.
"Nadie se aventuraría en las profundidades de la tierra o de los mares sin equiparse y sin haberse previamente ejercitado. Pero cuando se trata de descender en las profundidades de su propia naturaleza, se imaginan que es fácil, que no se arriesga nada. Sin embargo, los mayores peligros están ahí, precisamente y, para escapar de ellos, hay que equiparse y ejercitarse, buscando elevarse hasta las regiones situadas por encima de la conciencia y de la subconsciencia: las regiones de la supraconciencia.
El explorador del subconsciente debe primero tomar altura, porque es en el mundo de arriba donde adquirirá los conocimientos sobre los mundos de abajo, así como sobre la naturaleza de las entidades que habitan en ellos. Y debe también desarrollar la pureza, el dominio de sí mismo, a fin de formar a su alrededor un aura luminosa que le protegerá y le permitirá orientarse en ese laberinto oscuro. Al sentir que está bien armado, los espíritus inferiores se dispersarán. Y si está en peligro, las entidades celestiales, que saben que al final de su evolución el hombre debe explorar los abismos en él, no le abandonarán."
Fuente:
http://www.prosveta.com
06 de julio 2019