Pensamiento del miércoles 14 de febrero de 2024.
"Desde el instante en que actuamos, desencadenamos inevitablemente ciertas fuerzas que, igualmente, también producirán ciertos efectos. Esta idea de una relación de causa - efecto es la que está contenida, en primer lugar, en la palabra “karma”. Posteriormente, esta palabra tomó el sentido de pago por una trasgresión cometida.
En realidad, podemos decir que el “karma” (en el segundo sentido del término) se manifiesta todas las veces que un acto no es ejecutado a la perfección ¡lo que sucede la mayoría de las veces! Pero el hombre hace ensayos, debe ejercitarse hasta alcanzar la perfección y, mientras cometa torpezas y errores, debe corregirse, reparar. Y para ello, claro, debe esforzarse y sufrir.
Diréis: “pero entonces, puesto que al actuar cometemos errores obligatoriamente, más vale no hacer nada”. Algunos han presentado esta filosofía, pero no es ésta una buena solución, porque si no hacemos nada, nunca aprenderemos nada. Más vale actuar, equivocarse y sufrir, esforzándose en poner cada día en vuestros actos, en vuestras palabras, en vuestros sentimientos, en vuestros pensamientos, más bondad, más pureza, más altruismo. Poco a poco, ya no tendréis que sufrir consecuencias dolorosas, más karma. Viviréis cada vez más en el gozo, en la plenitud, y esto es lo que se llama “dharma”. "