Pensamiento del lunes 5 de septiembre de 2022.
"En el ser humano, el principio masculino, el padre, está representado por el intelecto; el principio femenino, la madre, está representado por el corazón... Y la unión del principio masculino y el principio femenino da nacimiento al hijo: la acción. Todas nuestras acciones son el fruto de nuestros pensamientos y de nuestros sentimientos.
Encontramos a personas muy activas en las que el intelecto y el corazón no están tan desarrollados, pero también en ellas la acción es necesariamente el hijo del intelecto y del corazón, o más bien de la ausencia de luz en su intelecto y de la ausencia de calor en su corazón. Actuar con inteligencia y sensibilidad, o caprichosamente y sin ningún sentimiento, es siempre dar nacimiento a una actividad que es el fruto del intelecto y del corazón. La naturaleza del hijo depende del grado de evolución y de cultura de los padres.
Cuando nuestros pensamientos son buenos y nuestros sentimientos también lo son, nuestros actos, que son la consecuencia de la sabiduría de nuestro intelecto y del amor de nuestro corazón, son actos constructivos. La fuerza de nuestra acción es la consecuencia de una unión correcta entre la sabiduría y el amor."