Pensamiento del martes 13 de septiembre de 2022.
"Los sacrificios de animales de los que hablan la Biblia y los Libros sagrados de todas las religiones, se explican por ese conocimiento que tenían los Ancianos con respecto a la liberación de energías y su utilización como soporte en las ceremonias mágicas. En el Antiguo Testamento está escrito que el olor de las víctimas era agradable al olfato del Señor, haciendo con ello referencia a que las energías liberadas por el cuerpo de los animales utilizados por los sacerdotes, hacían eficaces sus invocaciones. Y ese es también, por otra parte, el papel simbólico que durante siglos se ha otorgado al incienso.
Después vino Jesús y quiso llevar a los humanos hacia una concepción superior del sacrificio. En lugar de inmolar a pobres animales que no han hecho ningún mal, les enseñó a inmolar sus animales interiores: sus deseos, sus pasiones, etc., porque el sacrificio de esos animales libera energías todavía más preciosas que es posible utilizar para el trabajo espiritual."