Pensamiento del martes 20 de septiembre de 2022.
"El verdadero discípulo es el que tiene conciencia de tener necesidad de un Maestro únicamente para estimularle e inspirarle en el camino del bien. Y cuando ha encontrado a su Maestro, no duda de él, no se opone a él, no le exige nada. A menudo, el Maestro apenas le ha hablado ni se ha ocupado de él, pero el discípulo sabe que su Maestro existe y está feliz, hace progresos porque le ama, cree en él, está unido a él. Incluso desgraciado, pobre, enfermo y moribundo, se siente consolado y reconfortado solamente con el pensamiento de que su Maestro existe, porque la imagen que tiene de él en su cabeza y en su corazón es todopoderosa. Es ese Maestro el que le abre todas las puertas.
No basta con frecuentar a un Maestro para evolucionar. Frecuentamos el sol, los manantiales y seguimos igual. ¿Por qué? Porque estamos cerrados. Para abrirse, hace falta la fe y el amor. La fe y el amor son las llaves que abren todas las puertas."