Pensamiento del jueves 22 de septiembre de 2022.
"Todos los padres y las madres que desean para sus hijos facilidades, opulencia y éxito, son evidentemente empujados por su amor; pero es un amor ciego que no contempla la verdadera educación de los hijos. Desde luego, eso no significa que los padres deban desear que sus hijos sufran para evolucionar, y además no deben preocuparse por eso.
Su deseo debe ser exclusivamente que sus hijos se conviertan en benefactores de la humanidad, y corresponde al Cielo decidir por qué experiencias deberá pasar para conducirles hasta allí. Puede que les envíe enfermedades, enemigos y oprobios pero no importa. Si los padres saben entonces cómo hablar a sus hijos, cómo aconsejarles y sostenerles a través de las pruebas, esos hijos irán muy lejos, tan lejos que no quedará rastro, algún día, de esas dificultades.
Los padres aman a sus hijos, pero ¿en qué se convertirán esos hijos si les evitan todos los sufrimientos?"