"El que cree encontrar la felicidad en el placer puede ser comparado al borracho: se sirve vino y alcohol y lo bebe. ¡Ah! Se siente bien, olvida todos sus problemas, y por lo tanto llega a la conclusión de que beber es magnífico. Efectivamente, si debemos pronunciarnos respecto unos minutos, unas horas, puede parecer magnífico. Pero después de algunos años, ¿qué ocurrirá? La pérdida de las facultades, la imposibilidad de llevar una vida familiar y social equilibrada, la decadencia, quizás el crimen…
Pues bien, en numerosas circunstancias, la gente se conduce como el borracho; como las cosas les parecen de momento agradables, llegan a la conclusión que permanecerán así por la eternidad. No. Así pues, atención: por algunos minutos agradables aquí y allá, debemos vivir años de sufrimiento. Es por ello que debemos estar vigilantes y desconfiar siempre un poco de lo que es agradable."
Fuente:
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