Pensamiento del domingo 7 de febrero de 2021.
"Os quejáis por todas partes de vuestras pequeñas desgracias “Me duele un poco aquí, me falta esto...” ¿Por qué siempre os detenéis en todo lo que os falta y nunca en todo lo que tenéis? Por qué no decís cada día: “Tengo piernas, brazos, boca, ojos, orejas. Recibo una enseñanza divina. Por tanto, poseo el cielo y la tierra. Ah, qué riqueza, ¡la vida es bella!”
Cada día debéis pensar que sois hijos de Dios, y que podéis volver a ser aquél que eráis en el pasado lejano cuando salisteis del seno del Eterno. Habéis perdido ese estado queriendo, como el hijo pródigo, experimentar lejos de la casa de vuestro Padre. Pero ahora podéis volver hacia Él. Esto es el retorno al Padre, “la reintegración de los seres”: cuando el hombre vuelve a ser todopoderoso, maestro de las fuerzas de la naturaleza, recupera entonces su dignidad de heredero de Dios. Esa es su verdadera predestinación. Entonces, ¿por qué siempre os fijáis en las pequeñas cosas que os faltan?"