Pensamiento del jueves 25 de febrero de 2021.
"Muy pocas cosas son verdaderamente necesarias en la vida. Para proteger el cuerpo llevamos ropa, y aunque amemos los lazos y los encajes, no son esenciales. Para cobijarse necesitamos una casa con paredes, un techo y ventanas; los cuadros, las alfombras y los adornos pueden venir después para aportar un aspecto agradable, pero son secundarios. También respecto de la comida, muy pocos alimentos son verdaderamente indispensables; si existen tantos platos diferentes es porque la variedad es agradable al gusto. En la oración dominical, Jesús dijo: “Danos hoy nuestro pan de cada día”; no dijo: danos mantequilla, queso, morcilla, salchicha, no, simplemente el pan: mencionó lo esencial.
Necesitamos muy pocas cosas para vivir: el pan, el agua, el aire, la luz, el calor. Transportando esos elementos fundamentales al plano espiritual y divino, encontraremos todo lo que necesitamos para poseer la plenitud. Todo lo demás, sin duda, es bueno, pero no es lo esencial."