"Los humanos poseen todos los elementos necesarios para que el Reino de Dios se instaure en la tierra. El único obstáculo es su mala voluntad: no quieren participar en ese trabajo para el bien de la humanidad, cada uno se preocupa únicamente de sus intereses. ¿Cómo puede, en esas condiciones, realizarse el Reino de Dios? Si todo el mundo tuviera la voluntad de hacer los esfuerzos necesarios, se producirían rápidamente mejoras. Lo más importante está ahí: el consentimiento.
Un hombre como Hitler, por ejemplo, ¿creéis que tenía cualidades tan excepcionales? En absoluto, pero tuvo la suerte de reunir, debido a las circunstancias, el consentimiento de millones de alemanes, y por esa razón se volvió tan poderoso. Y si ahora, en lugar de prestarlo para fomentar ideas de racismo y de exclusión, ese consentimiento fuese dado para apoyar las ideas de fraternidad universal, llegaría el Reino de Dios, la Edad de Oro."
Fuente:
http://www.prosveta.com
09 de agosto del 2020