"Conservad siempre en vosotros como algo precioso el deseo de instruiros, de ensanchar vuestro campo de visión. Muchos, desgraciadamente, cuando ven la magnitud de la ciencia espiritual, en vez de regocijarse, se asustan y se protegen en su caparazón: sienten que no solo deberían aceptar muchos cambios en su manera de pensar, sino también en su comportamiento, y no les gusta ser influenciados de esa forma, prefieren atenerse al pequeño mundo limitado que se han fabricado, porque es más seguro y confortable.
Pues bien, que se desengañen: aquél que se queda rumiando sus viejas ideas se expone a todo tipo de inconvenientes, y serán los acontecimientos de la vida, sin preguntarle su opinión, los que vendrán a sacudirle para obligarle a evolucionar. No esperéis encontrar la felicidad ni la tranquilidad si permanecéis estancados."
Fuente:
http://www.prosveta.com
15 de agosto del 2020